La hipertensión arterial resistente, caracterizada por la presión arterial alta incluso con tratamiento óptimo, llevó a considerar la denervación simpática renal como opción terapéutica. Sin embargo, los resultados enocontrados en esta revisión sistemática no sugieren que la denervación renal disminuya significativamente la presión arterial a los 6 meses, tampoco parece cambiar el riesgo de hipertrofia ventricular izquierda y no se observa una merma del tratamiento antihipertensivo. En este momento, la denervación renal no supera al tratamiento antihipertensivo optimizado a corto plazo. A ancho plazo, su superioridad es incierta por falta de estudios.